Ataque DDoS

¿Qué es un ataque DDoS?

Un ataque DDoS, o ataque distribuido de denegación de servicio, es un tipo de ciberataque que intenta hacer que un sitio web o recurso de red no esté disponible colapsándolo con tráfico malintencionado para que no pueda funcionar correctamente.



En un ataque distribuido de denegación de servicio (DDoS), un atacante sobrecarga su objetivo con tráfico de Internet no deseado para que el tráfico normal no llegue a su destino previsto.


Durante un ataque DDoS, los atacantes utilizan una gran cantidad de equipos infectados y dispositivos conectados a través de Internet, incluidos dispositivos del Internet de las cosas (IoT), smartphones, ordenadores personales y servidores de red, para enviar una gran cantidad de tráfico a sus objetivos.



Un ataque DDoS a sitios web, aplicaciones web, API y redes de una empresa o a la infraestructura de un centro de datos puede provocar la interrupción de la actividad e impedir que usuarios legítimos compren productos, utilicen un servicio, reciban información o accedan de cualquier otro modo.

¿Cómo funciona un ataque DDOS?

Los ataques DDoS aprovechan las redes de dispositivos conectados a Internet para bloquear el acceso de los usuarios a un servidor o recurso de red, como un sitio web o una aplicación a la que acceden con frecuencia.

Para lanzar un ataque DDoS, los atacantes utilizan malware o aprovechan las vulnerabilidades de seguridad para infectar de forma maliciosa los equipos y los dispositivos y tomar el control sobre ellos. Cada ordenador o dispositivo infectado, denominado "bot" o "zombi", adquiere la capacidad de seguir propagando el malware y de participar en los ataques DDoS. Estos bots forman ejércitos de bots denominados "botnets" que aprovechan su superioridad numérica y amplifican el tamaño de un ataque. Y como la infección de los dispositivos de IoT a menudo pasa inadvertida, al igual que uno de esos zombis en las películas de serie B que no parece que esté infectado, los propietarios de dispositivos legítimos se convierten en víctimas secundarias o participantes involuntarios, mientras que la organización que sufre el ataque sigue sin poder identificar a los atacantes.



Una vez que el atacante haya creado una botnet, podrá enviar instrucciones remotas a cada bot para dirigir un ataque DDoS al sistema objetivo. Cuando una botnet ataca una red o un servidor, el atacante ordena a cada bot que envíe solicitudes a la dirección IP de la víctima. Al igual que los seres humanos tenemos huellas digitales únicas, nuestros dispositivos tienen una dirección única que los identifica en Internet o en una red local. La sobrecarga de tráfico resulta en una denegación de servicio, lo que impide que el tráfico normal acceda al sitio web, la aplicación web, la API o la red.



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